Cuando pienso en escribir un blog, se me vienen un montón de problemas a la mente. Podría resumirlos en 3:
1) No tengo idea sobre qué escribir.
2) No sé cómo escribir para un blog (no conozco la técnica).
3) No encuentro un método para escribir de manera frecuente y sistemática.
El primer problema a resolver es clave, si no puedo definir qué temas tratar en el blog, no puedo avanzar en nada. Por eso adopté una técnica de 4 pasos que me ayudó muchísimo. Quedate y te cuento de qué se trata 🙂
1) Me pregunto “Para quién escribo”
Uno de los pilares de la comunicación, como bien sabemos, es centrarse en nuestro destinatario. Y más en la comunicación digital donde el destinatario es a su vez un productor de contenido y quién nos puede ayudar a divulgar nuestro mensaje.
Por eso tenés que ponerte en el lugar de tu audiencia: cuáles son sus intereses, qué los motiva y qué suelen buscar cuando quieren consumir contenido relacionado a tu sector. Luego de hacer este ejercicio, podrás generar ideas con mayor impacto, que incentiven a tus lectores a compartir con sus contactos tu contenido y aumentar el alcance de tu mensaje.
2) Tengo claro “Sobre qué escribo”
Por más obvio que nos parezca, este es uno de los puntos cruciales para generar buenos contenidos: tener claro el tema. A veces nos confundimos al escribir sobre temas sólo porque están de moda, o porque algún competidor está hablando de ellos.
Creo que la guía para saber sobre qué hablar es aquello en lo que tengas experiencia propia. Si podes escribir sobre lo que te pasó a vos, tu contenido tendrá “tu toque” y generará el gancho que buscas.
3) Trato de hacer muchas preguntas
Una forma que me resulta muy práctica para encontrar temas de conversación es escuchando a mis lectores. Incluso intento preguntar a mis clientes sobre qué temas les gustaría aprender más.
En general, lo que hago podría resumirse así:
Primero llamo por teléfono a algunos clientes y contactos con los que tengo cierta relación y averiguo cuáles son sus preocupaciones (Pain points) y cómo puedo ayudarles a resolverlas (contenidos).
Luego hago el ejercicio de transformar en preguntas específicas aquellos “pain points” que fui recopilando. Por ejemplo, si uno de los temas que me plantearon es “me preocupa generar más leads de calidad”, podría ser el equivalente de estas preguntas específicas:
- ¿Cómo puedo lograr leads de calidad?
- ¿De qué depende la calidad de mis leads?
- ¿Cuáles pueden ser los motivos por los cuales mis leads están perdiendo calidad?
4) Respondo las preguntas, usando mis propias palabras, como si estuviera hablando con esa persona cara a cara.
En general me pasa que me encuentro con “papers”, notas, o artículos redactados con cierta solemnidad. Lo que siento al leerlos es distancia. Me alejan y la experiencia resulta un tanto fría.
Prefiero escribir en un tono cercano. Me gusta que sientan que estoy hablando con ellos cuando escribo. Esto me lleva a un estilo a veces informal, en el cual me encuentro cómodo y creo que mi lector también.
El tono adecuado para tu blog dependerá del tipo de público al que te dirigís. Si tenés claro “para quién escribís” encontrarás el tono justo.
Al responder las preguntas que generé del paso anterior, las notas se escriben prácticamente solas 🙂
Ojo, con esto no estoy diciendo que sea un proceso fácil que se domina de un día para el otro. Generar ideas para mantener vivo un blog es un proceso continuo y muchas veces arduo. Por suerte existen muchas maneras de encontrar nuevos temas que abordar para mantener a tus lectores atentos a tu próxima publicación.
Y vos, ¿qué técnicas usas para generar nuevas ideas para tu blog?
